La inclusión de las personas con discapacidad en el turismo comunitario: experiencias concretas entre Europa y México
10 Sep 2025

La inclusión de las personas con discapacidad en el turismo comunitario: experiencias concretas entre Europa y México.

El 17 de julio de 2025, el grupo de trabajo sobre turismo comunitario y equitativo de la Organización Internacional de Turismo Social organizó una mesa redonda en torno a una cuestión fundamental: ¿cómo pueden prepararse las comunidades para ofrecer una experiencia turística digna, accesible y enriquecedora a las personas con discapacidad?

En el marco del turismo comunitario, la inclusión de las personas con discapacidad sigue siendo un reto importante, pero también una oportunidad para reforzar la cohesión social y el compromiso local. Tres ponentes, procedentes de España y México, compartieron proyectos, prácticas y reflexiones que iluminan este camino.

Miriam Adame: Licenciada en Hostelería y Turismo, con un máster en Publicidad y Marketing Estratégico, cuenta con 20 años de experiencia en el sector turístico. Ha trabajado en la industria hotelera, ha coordinado el trabajo para el desarrollo del Observatorio de Turismo del Estado de Guanajuato y ha colaborado en la creación del modelo de sostenibilidad turística de dicho estado. Actualmente, acompaña a diferentes organizaciones en la generación y análisis de datos, la planificación estratégica y la sostenibilidad en el turismo, y colabora como profesora en la ENES UNAM León, en materia de inclusión y accesibilidad, así como de política y planificación en el turismo.

Adriana Islas: Responsable del diploma en Turismo y Desarrollo Sostenible en la UNAM ENES León, cuenta con 23 años de experiencia en el sector turístico, donde ha ocupado puestos clave en el ámbito académico, la iniciativa privada y el gobierno, tanto a nivel nacional como internacional. Tiene una maestría en desarrollo humano y organizacional y un diploma en administración de empresas turísticas. Forma parte del grupo técnico del Observatorio de Turismo del Estado de Guanajuato, de la Red Internacional de Observatorios de Turismo Sostenible de la ONU Turismo, y es miembro de la Academia Mexicana de Investigación Turística.

Adriana Hurtado: Licenciada en Derecho y Administración de Empresas, máster en Gestión Turística y doctora en Humanidades. En KOAN Consulting trabaja como coordinadora de proyectos desde hace más de 5 años y cuenta con una amplia experiencia en la gestión de iniciativas europeas que promueven el turismo sostenible, la accesibilidad y el desarrollo de los territorios. Combina este trabajo con actividades académicas y científicas, como profesora e investigadora en el ámbito del turismo, el patrimonio cultural y la sostenibilidad.

Las enseñanzas del programa europeo DIANA: herramientas para implicar a las comunidades locales y hacer accesible la naturaleza.

Adriana Hurtado, de KOAN Consulting (España), presentó el proyecto europeo DIANA (Developing Inclusive and Accessible Natural Areas), una iniciativa Erasmus+ coordinada por la cooperativa italiana D.A.F.N.E., con la participación de KOAN y la asociación ABAT Balkania (Macedonia del Norte).

DIANA surgió a raíz de la pandemia, que puso de manifiesto tanto la importancia vital de la naturaleza para los seres humanos como las desigualdades de acceso para las personas con discapacidad. «Muchos no han podido disfrutar de los espacios naturales por falta de instalaciones o de sensibilización», recordó Hurtado.

El proyecto no se limitó a mejorar las infraestructuras. También trató de eliminar las barreras sociales, culturales y emocionales. «Trabajar con la naturaleza es trabajar con la comunidad», subraya.

El programa europeo DIANA se tradujo en tres logros importantes:

  • Un compendio de buenas prácticas, que recopila ejemplos de instalaciones accesibles en espacios naturales protegidos de todo el mundo.
  • Una caja de herramientas destinada a los guías de naturaleza, que ofrece consejos prácticos y teóricos para organizar visitas inclusivas.
  • Sesiones de formación, organizadas en Italia y Macedonia, que combinan preparación en línea y ejercicios sobre el terreno.

 

Estos recursos están disponibles gratuitamente en línea, y el evento de clausura en Génova en 2025 permitió medir el impacto humano de la iniciativa. Para algunos participantes, era la primera vez que subían a una montaña. «La naturaleza se vive paso a paso, como la vida», resumió una de ellas. El proyecto también puso de relieve una firme convicción: la inclusión no puede reducirse a una etiqueta o a una lista de verificación con casillas que marcar, sino que es más bien un proceso colectivo que enriquece a la comunidad.

En México, un turismo inclusivo al servicio de la comunidad

Adriana Islas y Miriam Adame, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM, unidad de León), presentaron otro ejemplo de colaboración comunitaria en torno a la inclusión. Su trabajo, realizado en el marco de la licenciatura en Turismo y Desarrollo Sostenible, tiene como objetivo cambiar mentalidades y formar profesionales capaces de diseñar un turismo que sea a la vez sostenible e inclusivo.

Este programa universitario se basa en un enfoque transversal e interdisciplinario. Asocia a estudiantes, comunidades locales, empresas y autoridades públicas según el modelo de la «cuádruple hélice». El objetivo: aprender a trabajar con las comunidades en lugar de para ellas, e integrar la accesibilidad en un enfoque más amplio de sostenibilidad.

Así, se invita a los estudiantes a salir del aula para enfrentarse a la realidad del territorio. El ejemplo de Jalpa de Cánovas, un Pueblo Mágico reconocido por la ONU Turismo como uno de los «Mejores Pueblos Turísticos», ilustra bien este método. En este pueblo de Guanajuato, los estudiantes y profesores llevaron a cabo dos proyectos principales:

  1. Fomentar la inclusión y la accesibilidad en el turismo.
  2. Reforzar la identidad local a través de productos turísticos.

 

¿Por qué Jalpa de Cánovas? Porque la comunidad y las autoridades locales han demostrado una voluntad real de trabajar juntos, facilitando así la co-creación de proyectos.

Las actividades realizadas han tenido como objetivo ir más allá de una simple lista de comprobación de adaptaciones técnicas. «La accesibilidad no se reduce a rampas o guías en lengua de signos», insistieron las ponentes. También es una cuestión de percepciones, actitudes, comunicación y sensibilidad.

Los estudiantes participaron en ejercicios de sensibilización, por ejemplo, visitando lugares turísticos con los ojos vendados o con movilidad reducida, para sentir de forma concreta los obstáculos a los que se enfrentan las personas con discapacidad. También realizaron visitas técnicas para evaluar la infraestructura existente y entrevistas con los habitantes para conocer su visión de la inclusión e identificar sus necesidades de formación. Señalaron aspectos concretos que se pueden mejorar: mejor señalización, materiales en braille, formación de los proveedores locales y creación de soportes multilingües.

Lecciones compartidas para un turismo comunitario más inclusivo

A pesar de sus diferentes contextos, ambas experiencias han puesto de manifiesto conclusiones comunes sobre la forma de abordar la inclusión en el turismo comunitario.

  • La inclusión se construye conjuntamente. No puede imponerse desde fuera. Se construye paso a paso, con las personas afectadas, implicando a la comunidad en el proceso. Los propios habitantes se convierten en motores del cambio.
  • La accesibilidad va más allá de la infraestructura. Por supuesto, es indispensable acondicionar los espacios físicos. Pero la acogida de las personas con discapacidad depende igualmente de las actitudes, la sensibilización y la calidad de la interacción humana.
  • Un turismo más justo beneficia a todos. Las personas mayores y las personas con discapacidad representan un mercado turístico importante y en crecimiento. Los destinos que saben acogerlos de manera significativa obtienen una ventaja económica, al tiempo que refuerzan su cohesión social.
  • Los proyectos pequeños pueden tener un gran impacto. Estas dos experiencias demuestran que, con un fuerte compromiso local y recursos modestos, es posible obtener resultados significativos.

Hacia un turismo comunitario verdaderamente inclusivo

La mesa redonda también sirvió para recordar que la inclusión no se limita al cumplimiento de las normas legales. Se trata de crear experiencias verdaderamente compartidas y significativas. Como ha demostrado DIANA, incluso un pequeño proyecto puede desencadenar profundas transformaciones: «Si esto ha sido posible con este pequeño proyecto, ¿qué no sería posible si todos los espacios naturales fueran verdaderamente para todos?

Por parte mexicana, la experiencia de Jalpa de Cánovas muestra el valor de la colaboración entre la universidad, la comunidad, las empresas y las autoridades públicas para que las soluciones sean pertinentes, aceptadas y sostenibles.

La acogida de turistas con discapacidad es una responsabilidad compartida que va más allá de la técnica y afecta a la esencia misma del turismo comunitario: el encuentro humano, la participación y la dignidad. Estas experiencias europeas y mexicanas demuestran que la inclusión puede convertirse en una fuerza motriz para reforzar la cohesión social y enriquecer la oferta turística.

Implicando a los habitantes, valorizando los recursos locales y adoptando un enfoque holístico, es posible hacer de la accesibilidad un pilar del turismo comunitario justo y sostenible.

Para más información sobre los proyectos:

DIANA: dianaerasmus.eu — Facebook: @DIANAerasmusproject

Licenciatura en Turismo y Desarrollo Sostenible UNAM León: UNAM ENES León

El grupo de trabajo sobre turismo comunitario y equitativo de la Organización Internacional de Turismo Social está dirigido por Coralie Marti, directora de la Asociación para el Turismo Equitativo y Solidario (ATES).

Artículo escrito por Coralie Marti (ATES)